ACEITE DE RICINO

El aceite de ricino es un óleo derivado de la planta medicinal homónima (ricinus communis), originaria de África. Gracias a su contenido rico en vitamina E, posee innumerables propiedades benéficas, con efecto en distintas zonas del cuerpo.

Este producto natural ha sido utilizado con diversos fines medicinales y cosméticos desde la antigüedad. Es conocido, en el área médica, su efecto purgante, y se han descubierto en las últimas décadas propiedades antiinflamatorias y analgésicas en el ácido ricinoleico omega 9, componente basal del aceite de ricino. Este contenido rico en omega 9 hace del aceite de ricino, por lo demás, un fuerte aliado en el cuidado de tu cabello: ayuda a combatir su caída a la vez que estimula su regeneración y crecimiento. Por este motivo, es ideal para convertir cabellos sensibles y frágiles en cabellos fuertes y brillantes, para ayudar en el crecimiento de pestañas y cejas y sirve, asimismo, para el fortalecimiento de las uñas. 

Sus propiedades nutritivas lo hacen ideal para el cuidado de la piel, incluso la del rostro, pues hidrata y suaviza sin obstruir los poros. Puede ser usado como un serum antiage.

Propiedades tanto para la piel como el rostro

Nuestro aceite tiene distintos usos y propiedades como:

Gracias a su efecto antiinflamatorio y analgésico, puede ayudar en el alivio de la artritis.

Fortalece el cabello, fomenta su crecimiento, le da brillo y coadyuva en el tratamiento de la caspa.

Hidrata y suaviza tu piel, incluso la del rostro, ya que actúa sin obstruir los poros. 

Gracias a sus propiedades antibacterianas, es recomendable como coadyuvante en el tratamiento del acné. 

Ayuda en la reducción de las ojeras y calma quemaduras solares.